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DEMOCRACIA PARA EL SIGLO XXI

domingo, 4 de noviembre de 2012

Historia del (PRD) Partido de la Revolución Democrática

Aprendamos del pasado de la izquierda



Documental


Historia del PRD - Partido de la Revolución Democrática

El Partido de la Revolución Democrática o PRD es un partido político mexicano, fundado el 5 de mayo de 1989, con una ideología política de izquierda, es considerada la segunda fuerza política de México. Los militantes de este partido se conocen popularmente como perredistas. Partido miembro de la Internacional Socialista. Andrés Manuel López Obrador se consideró el líder social más importante del partido, luego de anunciar su salida.

Introducción

El PRD nace como una coalición de diversos partidos políticos de izquierda si bien sus fundadores pertenecian al PRI pero al ser rechazados por su propio partido fundan el PRD, antes de ser bautizado como PRD, su origen es el Partido Mexicano Socialista (PMS) que nace de la fusión de 6 fuerzas políticas de Izquierda a nivel Nacional: Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), Partido Socialista Unificado de México (PSUM), Partido Patriotico Revolucionario (PPR), Movimiento Revolucionario del Pueblo (MRP), Unión de la Izquierda Comunista (UIC; más adelante se unen a la fusión una parte de la militancia del Partido Socialista de los Trabajadores (PST). Su principal líder fue el Ingeniero Heberto Castillo Martínez
El naciente Partido Mexicano Socialista cede su registro en alianza con ex miembros del PRI y organizaciones civiles que se opusieron al partido gobernante y pugnaron por elecciones democráticas, y nace el Partido de la Revolución Democrática.
Entre los ideales que le dieron origen se cuentan el respeto a la voluntad ciudadana expresada en las urnas, la libertad de expresión, la defensa de los derechos civiles y el combate a la corrupción.
Actualmente, el PRD se dice partidario de una economía de libre mercado, pero defiende la participación del estado en los sectores que considera estratégicos, principalmente recursos energéticos y comunicaciones. Asimismo, le da al estado un papel preponderante en lo que se refiere a política social: se pronuncia por una educación laica y gratuita en todos los niveles y que cumpla con la demanda nacional, por la ayuda económica a los sectores más desfavorecidos (ancianos, estudiantes y discapacitados pobres), y por el otorgamiento de subsidios a productos de primera necesidad. Se ha pronunciado también por un desarrollo del sector agrícola que satisfaga las demandas de los campesinos.

Historia

Fundación
El PRD se fundó en la Ciudad de México, el 5 de mayo de 1989 y fue fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, Porfirio Muñoz Ledo, Ifigenia Martínez entre otros y miembros históricos de la Izquierda como Heberto Castillo, Gilberto Rincón Gallardo, entre muchos otros políticos de la izquierda mexicana.
En el PRD confluyen dos corrientes de la izquierda histórica mexicana. Por un lado, una corriente que proviene de la tradicional "familia revolucionaria", representada por la izquierda del PRI, que gobernó en México de forma ininterrumpida de 1929 al año 2000. La otra corriente que confluyó en el PRD es la izquierda socialista mexicana, cuyos orígenes están en el Partido Comunista Mexicano Así como algunas organizaciones guerrilleras.

Antecedentes histórico-políticos

Mientras formó el gobierno, el PRI se proclamó representante auténtico y único de la herencia de la Revolución mexicana.
La ideología del PRI fue de corte principalmente social-demócrata y nacionalista, se mantuvo con altibajos hasta el sexenio del presidente Luis Echeverría (1970-1976). A finales de dicho sexenio estalló la primera de una serie de crisis económicas que asolarían al pueblo de México. México cayó en el sexenio siguiente encabezado por José López Portillo (1976-1982) en una segunda crisis que arruinó a la nación, obligando por primera vez en su historia a la moratoria de pagos por parte de la nación. A consecuencia de esto, en el sexenio subsecuente, el presidente Miguel De La Madrid Hurtado (1982-1988) instituyó una serie de políticas y reformas económicas que cambiarían el rumbo y rostro de las políticas de gobierno del PRI.
Dentro del PRI, varios miembros se sintieron agraviados al ver una contradicción entre el discurso y las políticas reales del gobierno. Encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas,Porfirio Muñoz Ledo e Ifigenia Martínez, este grupo de priistas disidentes formaron la Corriente Democrática del PRI. Desde esa instancia, criticaron insistentemente al gobierno, instándolo a que "regresara" al cauce tradicional del partido. Ante la inminencia de las elecciones presidenciales de 1988, Cárdenas y los demás líderes de la Corriente Democrática, al ser marginados por la lucha por la candidatura presidencial, rompieron con el partido a finales de 1987, después de que Carlos Salinas de Gortari fue escogido por el presidente en turno como candidato oficial. Para los inicios de 1988, los ex priistas formaron una alianza con otros partidos y movimientos de izquierda, agrupados en el Frente Democrático Nacional. Con Cárdenas encabezando la candidatura, se lanzaron a la lucha por la presidencia.
Por otra parte, la izquierda histórica mexicana, a cuya cabeza estaba el Partido Comunista Mexicano, había sido duramente reprimida durante muchos años. El mismo PCM había sido proscrito, especialmente durante los años más gélidos de la Guerra Fría.
Durante la administración del presidente José López Portillo, sin embargo, se inició una apertura hacia la oposición política, suavizando relativamente los términos de su participación política y electoral. El sistema político mexicano sentía la necesidad de legitimar un régimen que durante décadas había regido con mano dura ante cualquier forma de disidencia y oposición. No obstante la apertura aparente, todo el peso del estado estaba cargado hacia el PRI, por lo que, era poco lo que los partidos de oposición podían hacer ante esta maquinaria electoral.
El sectarismo y dogmatismo de gran parte de la izquierda mexicana había evitado siempre la formación de un frente unido para dar la batalla electoral por el poder. En un afán de lograrlo, el Partido Comunista Mexicano y otros partidos, notoriamente el Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), encabezado por el ingeniero Heberto Castillo, se habían fusionado para dar lugar al Partido Socialista Unificado de México (PSUM), cuyo logotipo aún incluía la hoz y el martillo comunistas.
Para principios de 1988, el PSUM había devenido en el Partido Mexicano Socialista, y Castillo era postulado candidato a la presidencia de México.
La presencia de dos candidatos de izquierda fuertes derivó en una serie de ataques políticos entre ellos. Pero mientras que la candidatura de Castillo apenas mantenía el apoyo del voto "duro" de la izquierda tradicional, la candidatura cardenista iba en pleno ascenso. Conscientes de que la coyuntura política era propicia para un triunfo de la izquierda, Castillo decidió declinar su candidatura en favor de la de Cárdenas, el 6 de junio de 1988, apenas un mes antes de las elecciones, programadas para el 6 de julio.
[editar]La "Caída del Sistema" y el fraude de 1988
En 1988 Carlos Salinas ascendió a la presidencia en una de las elecciones más polémicas de la historia reciente de México. La elección se llevó a cabo el 6 de julio de 1988. La agregación del conteo distrital de votos se realizaría mediante un sistema de cómputo, operado por la Comisión Federal Electoral, encabezada por el Secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz. Sin embargo, durante la velada del día electoral, el sistema repentinamente se "cayó". Hasta entonces, el conteo de votos favorecía a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas.1
Al conocer de las interrupciones, el representante del PAN en ese órgano Diego Fernández de Cevallos declararía lo siguiente:
Se nos informa que en el Comité Técnico de Vigilancia del Registro Nacional de Electores, que se calló la computadora, afortunadamente no del verbo caerse, sino del verbo callar.
A las 8 pm del mismo día, se presentaron en la sede de la Secretaría de Gobernación los candidatos Manuel Clouthier, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Rosario Ibarra denunciando la ilegalidad del proceso. En los días posteriores a la elección se realizaron diversas manifestaciones expresando el descontento por la manera en que se llevó cabo la elección. El resultado oficial fue 50 por ciento para Carlos Salinas, 31 por ciento para Cuauthémoc Cárdenas y 17 por ciento para Manuel J. Clouthier. Años después el ex-presidente De la Madrid admitió que esas cifras no eran las reales2
El miércoles 13 de julio de 1988, el Secretario de Gobernación declararía que el triunfador de las elecciones era el candidato del PRI. En México, hubo una fuerte dosis de esceptisimo y la creencia generalizada es que Carlos Salinas de Gortari no ganó la elección de manera limpia.
Posteriormente a las elecciones, hubo muchas movilizaciones políticas, encabezadas principalmente por el mismo candidato del Frente Democrático Nacional, así como por los candidatos del Partido Acción Nacional Manuel Clouthier y del Partido Revolucionario de los Trabajadores, Rosario Ibarra de Piedra. No obstante, el Colegio Electoral, declaró electo a Carlos Salinas de Gortari, con poco más del 50% de la votación oficialmente reconocida.
Las boletas de votación, que el Frente Democrático Nacional exigía se hicieran públicas para aclarar las anomalías y en definitiva desenmascarar el fraude electoral, fueron destruidas por el PRI y el PAN, siendo Diego Fernández de Cevallos actor principal en la negociación. Declaraciones en décadas posteriores de políticos del PRI corroborarían detalles sobre como se gestó el fraude electoral de 1988.3
En la actividad postelectoral, se decidió la formación de un nuevo partido, cuya base sería el FDN, incluyendo al PMS. No obstante, para el 18 de marzo de 1989 se notaba ya la fractura en el frente producto, por un lado, de las riñas tradicionales de la izquierda mexicana, así como por la presión oficial hacia los partidos que tradicionalmente habían jugado al lado del partido oficial en la simulación democrática de tiempos anteriores. De tal manera, para el 5 de mayo de 1989, el PRD fue conformado principalmente por la disidencia ex-priista y lo remanente del PMS. El registro oficial del partido ante la Comisión Federal Electoral se hizo mediante el cambio del nombre del PMS, por lo que este último partido pasó a ser el antecedente partidista del PRD. Actualmente el antecesor de Salinas acepto que el candidato del PRD ganó los comicios electorales.4

Primeras experiencias electorales

La enemistad entre el PRD y el gobierno del PRI se hizo patente durante todo el sexenio Salinista, de manera violenta. Por un lado, los miembros del PRD constantemente aludían a la supuesta ilegitimidad del gobierno encabezado por el presidente Salinas. El PRI fue acusado por diversos sectores de estar relacionado con la desparicion o posible muerte de más de 500 personas sin que este fehacientemente comprobado.
A partir de las sistemática represión y el brutal asedio por parte del PRI-gobierno, las elecciones federales de 1991 resultaron ser una prueba dura para el PRD. Las elecciones intermedias pusieron a prueba tanto su capacidad de convocatoria, bajo el manto de la figura de Cárdenas, como la capacidad política para la negociación hacia el mismo interior del partido. El gobierno en turno se abocó a la creación de una base clientelista bajo la manta del combate a la pobreza. Para muchos militantes del PRD, el programa oficial denominado "Solidaridad" no era más que un apoyo encubierto hacia el PRI. Los resultados de estas elecciones, mucho menos cuestionadas que las de 1988, pero aun así puestas en entredicho por el PRD, favorecieron claramente al PRI. El PRD obtuvo poco menos del 20% de la votación.
Para 1992, se pondría a prueba otra vez la viabilidad del PRD para obtener el poder. Las elecciones gubernatorias de Michoacán, estado natal de la familia Cárdenas (aunque Cuauhtémoc había nacido en el Distrito Federal), y de Baja California estaban en juego. En ambos estados la votación para la candidatura Cardenista había sido importante en las elecciones presidenciales de1988.
En Michoacán, el candidato Cristóbal Arias Solís mostraba mucha fuerza. De extracción príista, Arias Solís era un hábil político y joven. Senador del PRD por Michoacán (rompiendo con el club príista en esa cámara), le había ganado la candidatura a su compañero Senador, el más experimentado Robles Garnica. Por otro lado, el nombramiento del candidato del PRI, Eduardo Villaseñor parecía ser una confirmación de que el gobierno en el poder concedía el campo a la facción perredista. La historia demostraría lo contrario.
En un momento histórico, el presidente del PRI, Luis Donaldo Colosio anunció la pérdida de las elecciones para gobernador de Baja California, concediendo la victoria al candidato del PAN, Ernesto Ruffo Appel. Al mismo tiempo, niega que las elecciones en Michoacán le han sido adversos. Para muchos perredistas, este anuncio público sella una alianza secreta entre ambos partidos, PAN y PRI, marginando al PRD y negándole el acceso al gobierno de Michoacán. Las protestas post-electorales del PRD no se hacen esperar, pero sin fructificar gracias a la alianza en lo absoluto. Eduardo Villaseñor asume la gobernatura del estado en un ambiente político enrarecido.

Primeros Triunfos

El primer triunfo del PRD en una elección para el gobierno de una entidad federativa fue en 1997, en el Distrito Federal. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano había sido designado el candidato del partido a ocupar el gobierno del Distrito federal. En la Ciudad de México se contaba con el mayor respaldo al partido en todo el país, como había sido demostrado en la elección federal de 1988. El PRD superó el 40 por ciento de los votos, muy arriba de sus oponentes del PRI, Alfredo del Mazo, y del PAN, Carlos Castillo Peraza, y Cárdenas fue el primer jefe de gobierno de la ciudad electo democráticamente. Ese mismo año tuvieron lugar las elecciones para el Congreso de la Unión, donde el PRD se colocó como la segunda fuerza política, sólo por detrás del PRI, quien por cierto perdió entonces el control absoluto del Congreso.
En el siguiente año (1998), el PRD contendió en las elecciones locales de Zacatecas, en alianza con el Partido del Trabajo, postulando al ex-priísta Ricardo Monreal. Zacatecas era un estado donde el PRD no tenía presencia política, pero la fortaleza de la candidatura de Monreal y el apoyo del PT (en ese entonces con más fuerza en Zacatecas que el PRD) fueron determinantes en el triunfo. Ese mismo año se logró ganar el gobierno de Tlaxcala y a principios de 1999 el de Baja California Sur; ambos considerados bastiones priístas; donde se postularon candidaturas fuertes de nuevos adherentes del partido.

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